Naturalezas muertas

En 1919, en su segunda exposición individual en la Galería l’Effort Moderne de Léonce Rosenberg, Braque presenta una serie de naturalezas muertas en las que continuó trabajando durante la década siguiente. Estas obras prolongan el Cubismo Sintético, retomando las composiciones abigarradas de colores uniformes, que ahora se amplían a formatos alargados. A menudo centradas en motivos recurrentes, como veladores, chimeneas o fruteros —objeto que recuerda a su admirado Cézanne— estas obras combinan armoniosamente forma, color y materia.